El sector de las telecomunicaciones en España ha sufrido una profunda transformación en los últimos 20 años. En este tiempo, España ha pasado de un monopolio estatal a un sector liberalizado en el que operan múltiples empresas (aunque aún queden algunas reminiscencias de la "época anterior" con la figura del operador incumbente); el mercado ha cambiado y se ha hecho extremadamente competitivo al igual que también han cambiado las redes y las tecnologías de acceso. Todo es muy distinto; sin embargo, algunos operadores nos siguen sorprendiendo por sus declaraciones procedentes del Pleistoceno contra la neutralidad de la red y, por tanto, a favor de modelos de negocio de los años 90.
Los operadores siguen empeñados en que WhatsApp o Twitter paguen un canon por operar sobre sus redes de datos.
Telefónica es una compañía que ha vivido muy profundamente estos cambios; de empresa pública del Estado ha pasado a convertirse en un gigante del sector de las telecomunicaciones que partía de una situación ventajosa (operador incumbente) y que, ahora, lucha como el resto de operadores para captar clientes y aportarles servicios de valor. Hay que reconocer que, en los últimos 2 años, Telefónica ha cambiado mucho y, como bien comentaba José María Álvarez-Pallete, CEO de la compañía, en el Encuentro de las Telecomunicaciones de Santander, Telefónica se ha transformado en una empresa de servicios digitales y no es un operador que ofrece un acceso a redes de voz y datos.
A pesar de esta profunda transformación de la compañía que la ha llevado a ser más eficiente y competitiva; su presidente, César Alierta, nos suele sorprender con declaraciones que parecen provenir de la "era de los dinosaurios" de la industria cuando mira a los players que actúan en Internet y, sobre todo, cuando habla de la neutralidad de la red. Alierta, durante una rueda de prensa ofrecida durante el día de hoy, ha seguido la senda que ya tomó, durante el MWC 2014, Eduardo Taulet, CEO de Yoigo; el presidente de Telefónica ha vuelto a sugerir que los players de contenidos, que operan gracias a las redes de los operadores, deberían estar sujetos a la misma regulación (e impuestos) que los operadores.
No es la primera vez que Alierta dispara contra empresas como Google y las acusa de hacer negocio a costa de los operadores; en esta ocasión ha afirmado que la "regulación actual no sirve" porque servicios como WhatsApp, Twitter o Skype no juegan con las mismas reglas. Para el presidente de Telefónica, servicios como WhatsApp necesitan de una conexión de datos para funcionar pero no son los que invierten en redes, en licencias de operación o en las subastas de bandas de frecuencia; sin embargo, el mundo no es tan simplista como intenta aparentar Alierta en sus declaraciones de "ejecutivo anclado en el pasado".
Los OTTs (Over-the-top_content), es decir, los servicios que se apoyan sobre las redes de los operadores, no son operadores por mucho que los ejecutivos del sector se empeñen. Las redes son neutrales (o al menos deberían serlo) y los operadores no deberían mirar como una amenaza a esos servicios que, precisamente, están consiguiendo ejercer de tractores de los usuarios hacia el mundo de los smartphones y las conexiones de datos en movilidad. Si no fuese por WhatsApp, Facebook o Twitter, seguramente, no viviríamos esa gran explosión en las redes de datos que nos ha llevado a vivir "siempre conectados".
El mercado ha cambiado
Telefónica ha cambiado mucho, ha pasado de operador a proveedor de servicios pero las declaraciones de su presidente parecen de otra era.
Hace algo más de 20 años que nació el SMS casi por casualidad; una facilidad del estándar GSM que terminó convirtiéndose en una gran fuente de ingresos para los operadores. En los años 90, llamar desde un teléfono móvil no era especialmente barato y el SMS se convirtió en una vía de comunicación alternativa y de bajo coste. Los precios de las llamadas han bajado gracias a la competencia y a las economías de escala; sin embargo, gracias a las redes de datos han surgido alternativas al SMS que, en términos generales, no suponen un coste adicional al usuario.
¿Por qué pagar por un SMS cuando puedo usar WhatsApp o Telegram? La respuesta es simple, no tiene sentido pagar cuando puedes amortizar tu conexión de datos (máxime si tienes un bono de datos ya contratado). Dicho de otra forma, los operadores han perdido ese "maravilloso tren" en el que facturaban al usuario hasta por informarle cuánto había consumido; el mercado es mucho más competitivo y el cliente también es más exigente porque tiene dónde elegir y mayor libertad para marcharse.
Volumen de datos consumidos en movilidad en España. Imagen y datos: CNMC
El tráfico de datos en movilidad sigue creciendo (más de 12.000 TB al mes según los datos de la CNMC) y ello implica que los operadores tengan que invertir en redes de mayor capacidad; una inversión que ya no tiene los mismos retornos que antes por mucho que los operadores se empeñen. Sin los OTTs esta demanda no sería posible y, evidentemente, las conexiones de datos son el nuevo modelo de negocio.
Sí, el SMS ya no es una fuente de ingresos que las operadoras vayan a recuperar por mucho que maldigan a WhatsApp y similares; ese tren se perdió de la misma forma que el SMS se convirtió en el sustituto de llamar desde un móvil en los años del GSM. Los planes de datos son la clave y en las conexiones 4G lo vemos especialmente claro. LTE no consume más datos; sin embargo, la velocidad de conexión nos ofrece una experiencia de uso tan buena que nos hace usarla más y requerimos más volumen de tráfico a contratar.
La "gallina de los huevos de oro" murió; los operadores deben aceptar que el modelo de negocio ha cambiado y hay ingresos que no van a recuperar.
Los OTTs no son una amenaza, y el que así lo piense es un dinosaurio; gracias a los OTTs se ha disparado la demanda de datos y los operadores ofrecen este servicio "de manera natural" y no como una rareza que solicitaban unos pocos incautos que pagan el KB de tráfico "a precio de oro". Por tanto, imponer una tasa a WhatsApp no arreglará las cosas.
El problema de los operadores, en mi opinión, es que se han convertido en una tubería de tráfico; una posición que les incomoda pero en la que, realmente, se han asentado ellos solos por apostar por la zona de confort de un modelo de negocio que apenas ha evolucionado. Si no aportas valor y te quedas en "el transporte de datos", honestamente, luego no te quejes si te ves reducido a un mero "transportista de paquetes de información".
Los operadores y la aportación de valor
No me gustaría cerrar esta reflexión sobre las opiniones arcaicas de parte del sector de la telecomunicaciones en España sin echar la vista atrás y mirar al MWC 2013. Hace justo un año, César Alierta participó en el MWC con un discurso muy importante que sentaba las bases de la profunda transformación de la compañía y la posicionaba como algo más que un operador.
El nuevo modelo de negocio está en los datos en movilidad; requerimos cada vez más volumen de tráfico.
Como comentaba al inicio, Telefónica ha cambiado mucho y se ha convertido en una empresa de servicios que está impulsando iniciativas tan importantes como Firefox OS; aún así, 12 meses después de afirmar que la compañía "no está en contra de la neutralidad de la red", Alierta lanza un discurso en el que se vuelve a hacer el llamamiento a la "tasa a los OTTs" como solución al desequilibrio en las inversiones. Crear tu propio OTT como intento de aporte de valor, en mi opinión, tampoco es la solución al problema (igual que no es penalizar al OTT que no te paga un canon); el verdadero aporte de valor está en evolucionar tu modelo de negocio de la misma forma que evoluciona la tecnología o los contenidos que están a disposición del usuario.
El negocio está, evidentemente, en los datos; la demanda aumenta al igual que los servicios que se apoyan sobre las redes de datos. Los operadores tienen ante sí un importante punto de inflexión en cuanto a su modelo de negocio; las tarifas y paquetes de servicios deben adaptarse a lo que demandan hoy los usuarios y lo que demandarán en el futuro y, sobre todo, prepararse para aceptar que hay fuentes de ingresos que nunca van a volver a recuperar por mucho que se empeñen.
FUENTE: aqui
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